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Carta abierta a Michelle Bachelet Jeria

Señora Presidenta:

Como es de su conocimiento, el debate sobre el acuerdo Trans Pacific Partnership (TPP), ha trascendido más lejos de lo esperado, saludamos su acción de consulta ciudadana al respecto, sin embargo ésta consideró segmentos participantes, incluso con rasgos de exclusión, no obstante Usted ha podido notar que la sociedad civil desea opinar y darle a conocer su punto de vista, tal como nosotros lo hacemos en ésta.

Es evidente que el cambio global impone la necesidad de conocimientos y junto a ello la búsqueda de nuevos y más socios, en esto es loable cómo Chile ha avanzado estableciendo acuerdos científicos y tecnológicos con 40 países, entre los cuales hay 8 con quienes ya tenemos esa relación y hay 3 que nos faltan en el total de los 12 del TPP. Esto nos ha inquietado mucho, porque además de los acuerdos mencionados, también tenemos acuerdos comerciales con todos ellos, pero el TPP no considera nuestro principal socio en esta parte del mundo, China.

El rol inicial cumplido por nuestro país al aglutinar a los 5 países iniciales -entre los cuales no estaba EEUU- ha sido inhibido, porque ese país se ha transformado en el principal protagonista de este acuerdo, promoviendo sólo sus intereses hegemónicos. No obstante ya hemos firmado un tratado comercial con ellos al igual que con los demás, no encontramos qué sentido tiene someterse a reglas que no generan beneficios y sólo altos costos para nuestro país, además de supeditar nuestra legalidad a los intereses de EEUU.

Usted sabe que el rol cumplido por ese país en las políticas internacionales, siempre ha sido nefasto para la humanidad y el TPP es una táctica más para enfrentar a otras naciones en el contexto de la economía global, tal como nuestro propio país ha sufrido en el pasado por sus intervenciones. Nosotros vivimos las consecuencias de su ingerencia en la década de los 60 y hoy tenemos el resultado del Plan Camelot que nos ha mantenido como país monoproductor y exportador de materias primas, a causa de no permitir que nuestros conocimientos se desarrollaran, dado que la reforma educacional de esa época fue diseñada según los intereses de los EEUU, tal como hoy diseña nuestro destino para los próximos 50 años, en esta nueva versión de neo-colonialismo.

Hoy la competencia entre los EEUU y China, por los mercados en el área Asia Pacífico, nos asigna un rol como proveedores de productos básicos, respecto de los cuales las grandes potencias buscan establecer su control, asignándonos solo ese rol en esta nueva guerra fría. Por todo lo que ya se ha difundido sobre la perdida de derechos, le hacemos presente además, nuestra razón por la que le solicitamos que no firme el TPP.