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EE.UU. también espió a Israel, al comisario de competencia de la UE y a UNICEF

Así se desprende de una nueva serie de documentos filtrados por el excontratista de la NSA Edward Snowden a ‘The New York Times‘, ‘The Guardian‘ y ‘Der Spiegel‘, que revelan que entre estos objetivos se encontraban Israel, distintas instituciones del Gobierno alemán, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), así como la ONG francesa Médicos del Mundo que envía doctores y voluntarios médicos a las zonas del conflicto. La vigilancia también afectó al entonces presidente de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), Mohamed Ibn Chambas, actual enviado de la ONU para Darfur, y a los mensajes que enviaba a sus colegas.

Los archivos destacan que las operaciones se llevaron a cabo entre 2008 y 2011. Así, por ejemplo, un documento elaborado en enero de 2009 por el GCHQ revela que las agencias tenían entre sus objetivos el correo electrónico de un aliado estadounidense clave, el entonces primer ministro israelí, Ehud Olmert. Otros tres objetivos israelíes aparecen en los documentos del GCHQ, incluido otro correo utilizado para enviar mensajes entre el entonces ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, y su jefe de gabinete, Yoni Koren.

En la lista de espionaje también aparecen oficinas del Gobierno alemán en Berlín, la Embajada alemana en Ruanda y comunicaciones oficiales de Alemania con Georgia y Turquía. La canciller Angela Merkel, cuyo mismo móvil ha sido objeto de escuchas por parte de Washington, ya expresó su indignación.

Los documentos secretos publicados este viernes sacan a la luz el espionaje al que se vio sometido el comisario europeo de competencia, el español Joaquín Almunia, conocido por sus batallas antimonopolio con empresas estadounidenses como Google, Microsoft o Intel.

Entre otros objetivos, destacan gigantes industriales franceses como la compañía de logística, sistemas electrónicos, defensa, industria aeroespacial y transporte Thales Group y la petrolera Total.

El analista Julio Gambina cree que el espionaje de EE.UU. no sirve para defenderse del terrorismo, sino para manipular a la sociedad mundial y defender sus objetivos estratégicos.

“El espionaje que lleva adelante EE.UU. no es para detener los posibles atentados terroristas en el territorio estadounidense. Ese es el formato que el Gobierno de EE.UU. ofrece a la sociedad mundial. (…) En realidad se espía para conocer el accionar de otros actores en el sistema mundial y para defender posiciones propias de EE.UU. que están amenazadas por la situación de crisis de la economía mundial y por disputa de la hegemoía mundial”, dijo a RT Gambina.