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Hipocresía de los medios de EE.UU.: Alemania es culpable de ser espiada

La semana pasada la canciller alemana, Angela Merkel, ordenó a los servicios de inteligencia que limiten al mínimo su colaboración con las agencias de EE.UU. y solo intercambien información si existe alguna amenaza para la seguridad de Alemania. El presidente de la comisión parlamentaria que supervisa los servicios secretos alemanes, Clemens Binninger, anunció la expulsión del país al director de la oficina de la CIA en Berlín.

“En su mayor parte se trata de un resentimiento fingido, ya que los alemanes, por supuesto, saben que incluso las naciones amistosas se espían entre sí”, reza el artículo publicado en ‘The Wall Street Journal’.

También la misma edición subraya que “Alemania tiene lazos comerciales y políticos más fuertes con Rusia e Irán, que con la mayoría de los países occidentales, y EE.UU. necesita estar al tanto de estas relaciones y para eso necesita la inteligencia”.

Por otra parte WSJ indica que la mala conducta consiste no en el hecho del espionaje en sí por parte de Washington, sino en su mala organización. Los autores del artículo que justifican el hecho del espionaje como tal lamentan más que, pese a la vasta red de espionaje por todo el mundo, la CIA no se da cuenta de la mayoría de los acontecimientos globales.

En el sitio de ‘The Telegraph’ apareció un artículo titulado “Espiamos a los alemanes porque no podemos confiar en ellos”, donde el autor explica que “la razón por la que creo que la CIA tiene agentes que trabajan en el Ministerio de Defensa alemán y el servicio de inteligencia es que Washington -y de hecho Londres- sienten que, pese al hecho de que Alemania se supone que es un destacado miembro de la alianza occidental, no es enteramente fiable”. Y aquí como ejemplo puso la actitud de Alemania hacia la situación en Crimea donde mostró “que Berlín no siempre está jugando en el mismo lado que nosotros”, enfatiza.

Recientemente el exempleado de la CIA Robert Baer dijo en una entrevista a CNN que su país nunca ha garantizado a Alemania que no la espiaría. Es más, acusó a los mismos alemanes que, según Baer, hicieron caso omiso de los avisos sobre la preparación en su territorio del atentado del 11 de septiembre de 2001.

“El 11-S fue planeado y preparado en Alemania. Los alemanes lo ignoraron. Necesitamos una fuente paralela de información. No podemos depender enteramente de los alemanes”, sostuvo Baer.