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Tú nunca necesitas justificar tú derecho a la privacidad

por Rick Falkvinge

La privacidad no es un lujo o un privilegio. Es un derecho. Usted nunca tiene que justificar por qué necesita privacidad; usted tiene el derecho a la privacidad sin justificación alguna. Las raras excepciones deben estar bien justificadas.

Estamos viendo un asalto cada vez mayor en nuestro derecho a la privacidad. Las revelaciones de Snowden nos dieron una idea de hasta dónde llega la madriguera del conejo (rabbit hole, expresa algo que es desconocido): no se trata sólo de que nuestra privacidad está siendo abolida en la ley; es también que varias agencias gubernamentales están ignorando las pocas protecciones de todos modos y están interviniendo las conversaciones de todos todo el tiempo.

La peor parte de esto es que algún día cualquiera la gente trate de justificar esta invasión a sus derechos. Es probable que tengas amigos que desechan el hecho de que ya no pueden mantener una conversación privada como “sin importancia”, o peor, “estoy dispuesto a renunciar a esto para sentirme seguro”. Como si – primero – llegaron a estar más seguros sin privacidad, y – segundo – tienen el derecho a tomar esa decisión por todo el mundo, sólo ¿por cómo se sienten ellos mismos?

También está el siempre presente cliché de “Si no tienes nada que temer, ¿por qué necesita privacidad?”.

Una respuesta sarcástica pero que sigue siendo pertinente y precisa sería;

“Si sólo lo está utilizando para tales tonterías, ¿por qué necesitas libertad de expresión?”

Esa respuesta ilustra la naturaleza de privacidad y de la libertad de expresión: Ellas no están supeditadas a lo que los use , o más importante, si el trabajo de alguien más (léase “aplicación de la ley”) sería más fácil y más conveniente si no la tuviese.

(Para una respuesta a ese cliché, vea desmintiendo el “nada que esconder”).

Es absolutamente fundamental que cada desafío a la privacidad se descarte al señalar que la privacidad no necesita ser justificada; es un derecho humano fundamental, como se describe en la Ley de Derechos de EE.UU., en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, y la Declaración de las Naciones Unidas de los Derechos Humanos, entre otras. Sin embargo, las invasiones a la privacidad tienen que estar justificadas en todos los casos – y bien justificadas, no sólo “porque la policía quiere”.

Cada batalla política se gana o se pierde en el lenguaje. Es más que el tiempo que recordamos a nuestros amigos, que puede haber sido inconscientes de esta importancia, lo fundamental es la privacidad – y que nunca necesita justificarse manteniendo las cosas para ti.

La privacidad es su propia responsabilidad.