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EE.UU. rastreó miles de millones de llamadas durante décadas a través de la DEA – FayerWarer

Los registros corresponderían a llamadas desde Estados Unidos a 195 países del mundo desde principios de los años noventa.

La tecnología y los avances en las telecomunicaciones han sido claves en la solución de múltiples conflictos en la historia de la humanidad, esto, incluyendo la guerra contra el narcotráfico. En Estados Unidos el uso de tácticas de espionaje telefónico ha buscado su justificación en la lucha contra las drogas.

En 1989, George H. W. Bush propuso el uso de sofisticados sistemas de recolección de datos y tecnología para el Departamento de Defensa. Este hito fue la piedra angular para la recolección “a granel” de información a través de escuchas telefónicas que en 1992 se extendieron a través de la DEA (sigla en inglés de la Administración para el Control de Drogas), mediante el permiso del fiscal en jefe, Robert Mueller y el procurador general William Barr.

Según narra USA Today, la DEA en vez de solicitar a la compañías telefónicas los registros de las llamadas de sujetos sospechosos, solicitaba la lista de todas las llamadas realizadas en Estados Unidos a los países que el gobierno determinaba como sospechosos.

“Desde hace mucho tiempo que en los mundos de la ley y la inteligencia es de enorme valor la necesidad de recopilar ciertos metadatos para apoyar la legitimidad de las investigaciones”, aseguró el diputado George Terwillinger III.

Al comienzo las autoridades dijeron que la DEA registraron sólo las llamadas de algunos países, centrándose en los carteles colombianos, pero luego el alcance creció rápidamente y a finales de 1990 ya las escuchas telefónicas se expandieron a “un número masivo de llamadas”, según indicó un ex funcionario de inteligencia que supervisó el programa.

Según uno de los agentes vinculados, los registros recogen datos de llamadas a 116 países, aunque podrían llegar a ser 195 en total, incluyendo a naciones de distintas partes de América y El Caribe, oeste de África, Europa, Asia y países en específico como Afganistán, Pakistán, Irán, Italia, México y Canadá.

Para no tener problemas de relaciones internacionales, la DEA notificó a los gobiernos extranjeros sobre este tipo de prácticas para no ser expulsados, e incluso, habrían colaborado con agencias extranjeras.