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Gigantes tecnológicos ayudan al ICE a rastrear inmigrantes ilegales en EE.UU.

Un nuevo informe ha advertido a la comunidad internacional sobre la presunta colaboración de Amazon y otros gigantes tecnológicos con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de EE.UU., con el objetivo de desplegar labores de vigilancia y rastreo de inmigrantes ilegales para facilitar su deportación.

El documento, titulado ¿Quién está detrás de ICE?, fue firmado por diversas organizaciones de defensa de los derechos humanos, incluyendo Inmigrant Defense Project, Mijente, NIPNLG y Empower LLC, quienes alertaron que Amazon, junto a la firma de software, Palantir, cumplen un rol activo de colaboración con el gobierno estadounidense para contribuir con el plan de deportación de inmigrantes anunciado por Donald Trump.

Las organizaciones afirman que los sistemas de inmigración de EE.UU. tienen grandes aliados en el Congreso y en Silicon Valley, y las empresas de tecnología son cada vez más influyentes en el crecimiento de los arrestos y las deportaciones. De esta manera, se elude la seguridad y la privacidad de los ciudadanos más vulnerables.

El informe también expone los objetivos que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha propuesto a la policía migratoria, mediante un complejo esquema tecnológico y de base de datos impulsado por las empresas más importantes de Internet. Asimismo, quedan al descubierto los vínculos que Washington tiene con Silicon Valley a través de contratos, específicamente dentro del ICE.

El negocio de la vigilancia contra los inmigrantes

Según Mijente, la infraestructura de última generación de las compañías tecnológicas permite que el cumplimiento de la ley de inmigración se base en la vigilancia masiva de personas mediante software, bases de datos, trabajadores dedicados al análisis de Big Data y la tecnología de almacenamiento en la nube. Estos recursos permiten la recopilación de grandes cantidades de datos privados, no solo en EE.UU. sino también en otras regiones del mundo a través de convenios con los gobiernos.

De los US$ 44 mil millones que destina el gobierno federal para el DHS anualmente, un 10 por ciento está destinado a la gestión de datos. Palantir y Amazon Web Services son algunas de las empresas más beneficiadas por estos acuerdos, por lo que no tienen problema con violar los derechos civiles de los inmigrantes, personas de color, activistas políticos, entre otras personas que son catalogadas como “indeseables” por el gobierno.China instala apps de vigilancia en smartphones de viajeros

Lo más indignante del informe es que estas empresas se promocionan a sí mismas como partidarias del respeto hacia las personas, libres de racismo e incluso vulnerables ante el abuso. Evidentemente, allí está el negocio.

El objetivo final del ICE y el gobierno federal es recopilar una inmensa cantidad de datos privados de las personas, a través del escaneo de huellas dactilares, reconocimiento facial, escaneo ocular. Esta información luego será delegada a nuevas firmas de tecnología que se dedicarán exclusivamente a la vigilancia de las personas, y luego enviarán los datos al ICE para proceder al arresto y la deportación.

¿Estas compañías se saldrán con la suya?

El sector de la tecnología no tiene por qué beneficiarse del sufrimiento de los migrantes y las personas que solicitan asilo en EE.UU. Actualmente, Palantir no es la única entidad que se promocionó como cultora de un mundo más libre a través del Big Data y posteriormente vendió su software a las autoridades para violar los derechos humanos.

Recientemente, el director de tecnología de Amazon pudo experimentar la ira de los activistas de derechos de los inmigrantes, quienes interrumpieron su discurso durante un evento de la empresa en Nueva York. Asimismo, cientos de empleados del gigante del comercio electrónico solicitaron a Jeff Bezos en una carta que expulsara a Palantir de Amazon Web Services.

En Microsoft y Salesforce, los empleados también se unieron en protesta para solicitar que sus compañías finalizaran sus convenios con el ICE. Sin embargo, el negocio del abuso y el sometimiento parece seguir en el trono.

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