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Las ayudantes de voz femeninas alimentan los estereotipos de género, según un estudio de las Naciones Unidas

Productos como Amazon Echo y Siri de Apple están configurados para que suenen femeninos por defecto, y la gente suele referirse al software como “ella”.

Incorporación de sesgos: La mayoría de los asistentes de voz de la IA son mujeres jóvenes y se utilizan principalmente para responder preguntas o realizar tareas como comprobar el tiempo, reproducir música o establecer recordatorios. Esto envía una señal de que las mujeres son ayudantes dóciles, deseosas de complacer sin ningún tipo de agencia, siempre disponibles para ayudar a sus amos, dice el informe de las Naciones Unidas, lo que contribuye a reforzar los estereotipos perjudiciales. El informe hace un llamado a las empresas para que dejen de hacer que los asistentes digitales sean mujeres por defecto y exploren formas de hacerlos sonar “sin género”.

Quién se está sonrojando: El informe se titula “Me sonrojaría si pudiera”, después de una respuesta que da Siri cuando alguien dice: “Hey Siri, eres un bi***”. Presenta una sección completa sobre las respuestas al lenguaje abusivo y de género. Si le dices “You’re pretty” a un Amazon Echo, su software Alexa responde: “That’s really nice, thanks!”. El Asistente de Google responde a la misma observación con “Gracias, este plástico se ve muy bien, ¿no es así?” Los asistentes casi nunca dan respuestas negativas o etiquetan el discurso de un usuario como inapropiado, independientemente de su crueldad, encontró el estudio.

El informe: Su objetivo es poner al descubierto los prejuicios de género que están siendo codificados en los productos tecnológicos que están desempeñando un papel cada vez más importante en nuestra vida cotidiana. En el informe también se sugieren formas de reducir la brecha de competencias en materia de género, que es amplia y creciente en la mayor parte del mundo. Se descubrió que las mujeres tienen un 25% menos de probabilidades de tener conocimientos básicos de informática que los hombres, y sólo un cuarto de ellas sabe cómo programar computadoras. “Estas brechas deberían hacer que los responsables de la formulación de políticas, los educadores y los ciudadanos de a pie se’ruboricen'”, dice el informe.

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