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Qué es todo eso de blockchain y por qué está cambiando las reglas del juego

Algo captaste de que las bitcoins convenían, pero al final no tanto… y ya apareció otro término más complejo aún: blockchain. Aquí te contamos por qué está dando tanto de qué hablar.

El cassette y el CD derraman una lágrima desde el más allá, mientras la música streaming hace fiestas millonarias en mansiones. Asimismo, es posible que algunos de los sistemas con los cuales funcionamos a diario, hoy se vuelvan un lindo recuerdo por culpa del blockchain.

Esta “cadena de bloques” está dando mucho que hablar, y hay quienes creen que podría revolucionar no sólo la economía y las finanzas, sino varios ámbitos de la vida. Puede que esa revolución no sea hoy mismo, pero cuando les expliquemos de qué se trata, van a entender por qué gobiernos y empresas están haciendo citas con la blockchain. Y en Chile ya es una realidad.

¿De qué me hablan?

Muchos han oído hablar de las criptomonedas, esas monedas virtuales en las que muchos están invirtiendo (las más famosas son las bitcoins), y que también han estado sujetas a muchas críticas respecto a la volatilidad y los riesgos que pueden implicar para un inversor. Bueno, tras bambalinas de las criptomonedas, nos encontramos con el famoso blockchain.

En palabras simples, esta “cadena de bloques” es un sistema que registra transacciones de cualquier tipo entre usuarios, como una especie de libro contable, pero sin necesidad de un intermediario que ingrese y resguarde esa información. ¿Por qué?

Porque queda “escrita” en estos bloques de forma segura, gracias a que es cifrada, transparente, descentralizada y por lo tanto, difícilmente alterable.

Vamos por parte, haciéndolo lo menos matemático y lo más burdamente simplificado posible:

Permite eliminar los intermediarios. ¿Cómo así? Permite transferir algo (dinero, o cualquier información) directamente a otro individuo sin necesidad de un tercero. Un ejemplo: si quieres transferirle $5.000 a tu hermano, hoy dependes de un banco y de su sistema propio que avala esa transacción. Pues en el mundo de los bloques, eso no es necesario, porque el deal (trato) lo harían ustedes solitos sin intervención de nadie. Ahora bien, la crítica que viene de cajón es: ¿a quién le alegas si falla el sistema?

– La información de esa transferencia es transparente, pero está cifrada. Es decir, todos en esa red de blockchain pueden ver que se hizo ese traspaso, pero no quiénes lo hicieron (ya veremos quiénes son esos observadores). Entonces, ¿es realmente transparente el sistema? Como todo, también está sujeto a críticas.

– En vez de usar un servidor centralizado, el blockchain usa los computadores de todas las personas del mundo que quieran participar, y éstos se llaman nodos. Son los encargados de verificar la información que se va creando y que, ante la necesidad de un cambio, realizan una votación para validarlo. Todos los ordenadores de la red guardan una cadena de bloques, así que si se recibe un ataque, la información no se cae ni colapsa, como sucede a veces con plataformas como Twitter o Whastapp. Eso hace que sea más difícil que se pierda.

– ¿Y por qué es segura? Porque esa información es prácticamente inalterable, ya que cada bloque contiene la información, su huella (un código único e irrepetible llamado hash) y la huella del bloque anterior, lo que genera la cadena. Si un hacker quisiera alterar la información de un bloque, inevitablemente alteraría su huella, lo que le exigiría tener que alterar todas las huellas de la cadena. Y si aun así pudiera hacerlo, tiene otros dos obstáculos que solo mencionaremos, para no entrar en tanto detalle: la prueba de trabajo y la necesidad de aprobación de los nodos. Toda esta fidelidad de la cadena, permite también que sea muy fácil observar la trazabilidad de una transacción. Sin embargo, la tecnología completa es bastante pesada.

– Por último, la verificación de esa información la hacen los nodos. Como les dijimos, un nodo es cualquier computador conectado a la red que tiene una copia actualizada de la blockchain y estos, una vez que el bloque se llena de transacciones, validan la información (de manera matemática y compleja) según las condiciones que tiene la transacción entre A y B. Los “mineros”, como son llamados, reciben comisiones cuando logran crear un bloque válido, en el caso de la minería de bitcoins, reciben precisamente eso: bitcoins.

¿Recuerdan cuándo se investigaba con enciclopedias? ¿O que para conseguir tu canción favorita había que grabarla en un cassette cuando la ponían en la radio? ¿Y para compartir una foto había que comprar rollo, sacarla, revelarla y mandarla por correo a un ser querido? Internet lo cambió todo y muchos aseguran que el blockchain generará una revolución de esa envergadura, porque cambiará nuestra forma de funcionar y entender los intercambios en la sociedad.

Sus infinitas aplicaciones

¿Y qué tanto puede hacer esta cadena de bloques por nosotros? De todo. De hecho Estonia lo está utilizando a nivel gubernamental y en muchos otros países, entre ellos Chile, la están utilizando en distintas organizaciones. A continuación, sólo la punta del iceberg de sus posibilidades:

– Registro y verificación de datos: no sólo transacciones económicas como las bitcoins, sino que cualquier otro tipo de información puede almacenarse en esta cadena de bloques sin necesidad de bases de datos gestionadas por un intermediario, lo que podría aplicarse a fichas clínicas, registros de propiedades, protección de propiedad intelectual, registros civiles e incluso antecedentes penales.

– Contratos inteligentes: se pueden realizar acuerdos entre personas sin intermediarios, donde los bloques alberguen los términos y condiciones del contrato, que se autoejecuten cuando se cumplen, evitando revisiones de abogados, costos y retrasos burocráticos (¿chao notarios?).

– Votos: blockchain puede garantizar el anonimato en un proceso de elecciones, su privacidad y a la vez, asegurar que sea único e irrepetible, evitando fraudes, ya que no es posible de manipular. Esto sería muy significativo en cuanto a la rapidez para conocer los resultados en votaciones masivas, permitiendo hacerlas con más frecuencia ante las necesidades de la democracia.

– Sistemas que no se caen: el clásico “se cayó el sistema”, sea donde sea, es porque básicamente los software están centralizados y si ese servidor a cargo falla, simplemente todo colapsa. Al estar presentes en muchísimos servidores, como ya dijimos, un software basado en blockchain se salvaría de esos problemas. Y de paso nosotros.

– Seguimiento de cadena de suministros: gracias a que blockchain permite seguir toda la trazabilidad de un proceso, las distintas industrias que participan de un proceso productivo, pueden adscribirse al sistema y así podría revisarse con facilidad una cadena de suministros y comprobar su procedencia. Esto sería especialmente significativo para empresas textiles, si se trata de combatir la mano de obra esclava, por ejemplo.

Muchas de estas aplicaciones ya están funcionando alrededor del mundo (aquí puedes encontrar más detalles).

“Lo complejo no es la tecnología, es modificar paradigmas y realidades. La implementación de esta tecnología es fácil, sólo es necesario que las personas que toman decisiones tengan el interés de explorar esta y otras tecnologías disruptivas que se encuentran disponibles”, cuenta Cristóbal Pereira, CEO de mifutu.ro y organizador del Blockchain Summit Latam.

Chile ya lo está utilizando

En nuestro país, ya se han hecho concretas al menos dos aplicaciones de blockchain en organizaciones masivas: la Comisión Nacional de Energía (CNE) y la Bolsa de Santiago.

Desde marzo, la CNE está utilizando blockchain a través de la plataforma Energía Abierta, para certificar la calidad y certeza de los datos abiertos del sector energético nacional, entre ellos precios medios de mercado, costos marginales, precios de las gasolinas y cumplimiento de la ley de ERNC, entre otros.

Hemos decidido utilizar blockchain como un notario digital, lo que nos permitirá certificar que la información que brindamos en el portal de datos abiertos no ha sido alterada o modificada y dejar registro inalterable de su existencia”, señala Andrés Romero, secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía.

Para el caso financiero, Andrés Araya Falcone, gerente de Informática de la Bolsa de Santiago, explica que en este caso, blockchain se está utilizando en la venta corta de acciones, aplicado a los smart contracts (contratos inteligentes):

“El nuevo sistema busca eliminar las fricciones que presentan los flujos de procesos, mediante la implementación de smart contracts que automatizan el proceso de firma de contratos, asignación de operaciones de venta corta y préstamo de valores, entre otros. Los antiguos procesos y papeles han sido reemplazados por una nueva forma de cooperación, innovación y velocidad para realizar negocios”.

Este tipo de contratos sería uno de los mayores potenciales para todo ámbito, porque permite hacer acuerdos y transacciones de forma segura entre dos partes sin revelar información confidencial y sin la necesidad de “árbitros”.

“La implementación que realizó la Bolsa de Comercio, permitió que ahora un cliente que quiera operar con ventas cortas no tenga que esperar hasta ocho días para estar habilitado en plataforma, si no que en tan solo cinco minutos ya es posible poder operar con esta modalidad. Este es el impacto de esta tecnología, es decir, desintermediar procesos. La Bolsa pasó de ser un ente intermediario a un ente administrador”, nos explica Pereira.

Este año se realizó el Blockchain Summit Latam, organizado a través de mifutu.ro, que congregó a más de 600 personas entre empresas, gobierno y startups, quienes están interesados en las aplicaciones de blockchain o ya implementándolas. Al respecto, Cristóbal comenta: “El panorama en Chile siempre lo hemos visto alentador, y creemos que tenemos las capacidades técnicas y económicas para implementar buenos proyectos, pero es necesario que se cuente con las mismas oportunidades que cualquier otra tecnología”.

Agrega, como ejemplo, que el Ministerio de Economía hoy lidera una mesa de trabajo en Blockchain donde más de 40 profesionales están aportando ideas, él entre ellos.

¡Allá vamos!

Ya tenemos una idea de todos los cambios que puede significar el aplicar blockchain a las organizaciones. Pero un importante desafío de esta disruptiva tecnología es que, si se quiere masificar este sistema, hay que resolver la cantidad de energía que utiliza para funcionar, que hasta hora es enorme (como dijimos, es un sistema pesado).

A esto se agrega la importancia de cuidar esa descentralización. Sheila Warren, encargada de Blockchain del World Economic Forum, comenta:

“El mayor beneficio de blockchain para nuestra sociedad, podría ser la oportunidad que ofrece de remodelar las estructuras de poder existentes de una manera más inclusiva. Sin embargo, el riesgo es que se construya algo que simplemente cambie el poder de un pequeño grupo a otro pequeño grupo y que no cambiemos realmente mucho. Es por eso que en el Centro para la Cuarta Revolución Industrial creemos que la participación de múltiples partes interesadas es de importancia crítica en el desarrollo de cualquier política que subyace en el despliegue a gran escala de la tecnología de contabilidad distribuida”.

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