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La rentabilidad de las empresas de software libre – Hipertextual

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Las dudas acerca de la rentabilidad de las compañías especializadas en software libre, no sólo no tiene razón de ser a la luz de los datos de que disponemos, sino que, además, es evidente que se asientan sobre ideas erróneas y el más puro y simple desconocimiento. Y es que, aunque parezca contraintuitivo que un modelo de software comunitario sea capaz de servir como base de una industria firme y rentable, los casos de éxito económico en este sector se multiplican.

El software libre dejó de ser cosa de locos de la programación en el momento en que las empresas se percataron de que contratar licencias millonarias de software a Oracle o a Microsoft reforzaba el gasto y aumentaba su dependencia de esas compañías. En cambio, el software libre podía ofrecer herramientas similares y, algo de importancia, mejor escalabilidad.

El valor de la innovación que esta tecnología es capaz de acumular conduce a que este modelo de desarrollo se muestre útil para coordinar e estimular a los propios desarrolladores en la producción de plataformas seguras, sólidas y personalizables sobre las que cimentar servicios que despierten confianza y atraigan a los inversores y a los clientes. Además, el código abierto no sólo se ha adaptado perfectamente a la tendencia del cloud computing, sino que su provecho se ha acrecentado exponencialmente con el mismo.

Esta tecnología ha elevado su implantación empresarial, y con ella, han prosperado las empresas que se basan en ella y que, por otro lado, ya no dependen de una comunidad de usuarios-programadores, sino que desarrollar sus propios productos.

Dos ejemplos clarísimos de éxito de empresas especializadas en software libre son Red Hat, que ha desarrollado desde 1993 una de las distribuciones del sistema operativo GNU/Linux que más gustó al público en su momento, Canonical. Si hay una empresa que en estos últimos años haya encarnado lo rentable que puede llegar a ser el software libre y el modelo de ingresos freemium, esa es Red Hat. Salió a Bolsa y sus acciones se hicieron con la octava mayor ganancia en un primer día en toda la historia de Wall Street. Y aunque les afectó bastante la crisis de la burbuja punto com de 2002, sus beneficios en 2011 ascendieron a 100 millones de dólares por vez primera. El sentido común debe, pues, desechar la idea de que no existirían empresas de código abierto como Red Hat, capaces de obtener más de 1000 millones de ingresos al ofrecer productos gratuitos.

En el caso de Canonical, centrada en el software de ordenadores con Ubuntu y un modelo de negocio de prestación de servicios, pues se ha posicionado gracias a la demanda de dicha prestación relacionada con productos de software libre, cada año se reduce más y para bien la distancia entre sus ingresos y sus pérdidas y, así, va camino de ser tan rentable como Red Hat, cosa que presumiblemente ocurrirá en no demasiado tiempo.

Cómo ganan dinero las compañías de software libre

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En un mundo donde por el dinero se mueven montañas, lo más sensato es pensar que el código abierto no sería tan popular sin billetes de por medio, sobre todo teniendo en cuenta que las empresas necesitan ingresos para subsistir. Y así es como los consiguen las de software libre:

Gracias a las inversiones de personas con grandes recursos económicos a las que les fascina el ámbito de la tecnología, o que se tienen a sí mismas por filántropas, o porque procuran comprar influencia en este mundillo, hay compañías de código abierto que sobreviven e incluso funcionan a todo tren. Además, los proyectos tecnológicos son de los que más éxito tienen al comenzar una campaña en cualquier plataforma de crowdfunding, y suelen hacerse con la financiación que necesitaban para ponerlos en marcha.

Pero estos ingresos no proceden directamente de la actividad económica de las empresas, así que suerte que cuentan con otras fuentes de capital, como la doble licencia o freemium, en la que ofrecen una versión de prueba gratuita y otra que cuesta dinero, con la esperanza fundada de que la clientela pruebe, cate la versión gratuita y le agrade tanto que se decida a actualizarla a la edición especial, de pago, para obtener funcionalidades y herramientas adicionales de las que, en caso contrario, no disfrutaría.

Hay muchos casos en que los programas libres se distribuyen gratuitamente pero, en otros, la distribución tiene un precio, hasta muy alto en ocasiones. Y aunque es habitual que sea posible obtener el mismo programa de las dos formas y de fuentes distintas, al margen del precio, el programa es libre porque los usuarios gozan de libertad para usarlo como más les convenga: cobrar por la distribución del software no implica que sea menos libre.

El apoyo de pago, por otra parte, también provee de dinero fresco a las compañías de software libre, pues llega un momento en que cualquier producto tecnológico falla de alguna manera y no queda otra alternativa que recurrir alservicio técnico y pagar por él. O por servicios de mantenimiento periódico. Además, ciertas empresas de código abierto han regresado a los soportes que se basan en la suscripción, con la cual los clientes usan su software de manera gratuita, pero deben apoquinar para obtener a los técnicos que le ayudarán a asegurarse de que el equipo está funcionando a las mil maravillas.

Por otro lado, han hay empresas de software libre que cobran por llevar a cabo una asesoría para la elección de aplicaciones y hasta para el desarrollo de aplicacionesa medida a partir de sus propias aplicaciones libres. Y el juego de la competencia también sucede en el ruedo del software libre, y hay compañías que pueden tomar la decisión de liberar software y plataformas en la plataforma de código abierto para hacerse con un trozo más grande del pastel de sus competidores, de lo que vendrán ingresos indirectos de tal expansión.

Ante las dudas acerca de su rentabilidad…

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A pesar de todo lo anterior, muchas personas no invertirían ni un euro en en esta tecnología porque no esperarían recuperarlo. Y cuando se le pregunta, por ejemplo, a Juan Julián Merelo qué le diría a los que piensan que las empresas dedicadas al software libre no pueden ser rentables, responde con rotundidad:

“Simplemente, que se informen. Hay grandes empresas cuyo núcleo de negocio es el software libre, como Red Hat o Canonical. Y también pequeñas. El modelo de venta de licencias cada vez ocupa una parte más pequeña del mercado y, en un modelo de venta de servicios o de software como servicio, o basado en los datos, el software libre tiene muchas más ventajas que el privativo

Ramón Ramón, ante una cuestión tan pertinente, insiste en que “el software libre no es sinónimo de gratuidad. Hay miles de empresas de software libre por el mundo, y muchas están generando importantes beneficios, puestos de trabajo, riquezas…El ejemplo más claro puede ser, por ejemplo, Red Hat”, ya mencionada por Merelo, “una gran multinacional que genera grandes ganancias. Es más, la propia Google no sería hoy lo que es si no fuese por el empleo del software libre”.

Y David Úbeda ahonda en lo último que mencionaba Ramón: “Les preguntaría [a los que creen que el software libre no es rentable] si piensan que empresas como IBM o Google, con productos liberados a la comunidad como Android, basado en el kernel de Linux, no son rentables. Quizás este tipo de personas desconocen los modelos de negocio que se podrían formar alrededor del software libre. Falta formación al respecto, y falta también que las empresas confíen más en la comunidad de desarrolladores y en su producto”.

Parece que los tres especialistas tienen muy claro que, si les fuese posible, no sólo no tendrían ningún inconveniente para invertir en software libre, sino que lo harían con mucho gusto.