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Arrendar no es compartir: El problema semántico de la economía de la colaboración

 

Así como copiar no es robar, estoy seguro que arrendar no es lo mismo que compartir. Cada vez se extienden más los conceptos de la economía de la colaboración, economía del compartir o sharing economy. Chato escribió un artículo hace un tiempo detallando un poco el tema en este artículo.

Hace un tiempo me está haciendo algo de ruido hablar tanto de compartir, cuando en verdad lo que se hace es facilitar el arriendo. No quería escribir algo negativo sobre este tema, porque no es mi intención echar para abajo estas nuevas iniciativas de la “sharing economy”,algunas bastantes entretenidas, así que intentaré presentar un análisis un poco más global del tema.

Partiré haciendo referencia a este post de una investigadora del MIT Civic Lab, Denise Cheng, quien está realizando su tesis sobre el tema. En su artículo entrega un pequeño glosario sobre los términos más comunes de la economía de la colaboración. Estos son los más comúnmente utilizados por plataformas y analistas:

“Consumo Colaborativo”. Popularizado por Rachel Botsman en “Lo que es mío es tuyo”. “Consumo colaborativo” es una economía donde hay una producción neta de cero. A nivel de la empresa, esto se ve como el costo inicial del equipo que se alquila en innumerables ocasiones, lo que Botsman llama un “sistema de servicio de producto” (piensa en compartir automóvil o compartir bicicletas). A nivel individual, esto podría ser el alquiler de una habitación libre o de otro activo subutilizado. En ambas situaciones se evita la producción continua.

Sharing economy” o “economía del compartir”. Es por lejos el término más popular para capturar esta economía en red. “Sharing economy” abarca cualquier plataforma donde las cosas se venden directamente entre las personas, o son compartidos, intercambiados o comercializados.

“Peer economy”. Se trata de plataformas que permiten a las personas obtener beneficios económicos de las habilidades y de los activos que ya tienen. La economía entre pares es diferente de la economía del compartir en que permite a las personas realizar transacciones [monetariamente] entre sí. Servicios como CouchSurfing, ZipCar y Citibike están excluidos de esta clasificación.

“Economía colaborativa”. ¿Por qué “economía colaborativa” cuando ya hay “consumo colaborativo” y otros dos términos que utilizan “economía”? Según el analista Jeremías Owyang, los términos de otra economía favorecen a start-ups e individuos. de nuevas empresas y particulares. Empresas incumbentes y marcas (pensemos Marriott o Daimler) están sumándose, y la “economía de pares / compartir” no son lo suficientemente inclusivos.

Según mi perspectiva, en términos prácticos esta “nueva forma económica” busca fundamentalmente dos cosas:

por Pablo Carcamo para Manzana Mecánica

Desarrollar una relación comercial en la que se salta a los intermediarios tradicionales. Facilitaría una relación “Peer to Peer”.

Facilitar también la maximización del uso de ciertos bienes o servicios. Airbnb utiliza el siguiente ejemplo en varios medios de comunicación para graficar este punto: “Hay 80 millones de taladros eléctricos en Estados Unidos que se utilizan un promedio de 13 minutos ¿Todo el mundo realmente necesita tener uno?”

La economía de la colaboración ha recibido algunas críticas en relación al pago de impuestos por las actividades comerciales que se realizan. Pero el efecto económico de descentralización que ofrece es bastante más atractivo. La concentración en mucho más difícil en la economía del arriendo.

Pero creo que el hecho de invocar el ideario de “compartir” busca invisibilizar un proceso que Michael Bauwens llama “capitalismo distribuido”, y que incluso estaría facilitando la precarización del trabajo, como lo investiga Cheng.

La economía del arriendo es un fenómeno novedoso y complejo, pero una forma de hacerlo más sencillo es si empezamos a llamar las cosas por su nombre: Arrendar no es Compartir.