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Cuatro escenarios para el futuro de la economía colaborativa

por Pablo Carcamo para Manzana Mecánica

En este video de 20 minutos, Michael Bawuens de la P2P Foundation se dedica a discutir los potenciales futuros que podrían derivar de las tecnologías que permiten una relación más horizontal entre pares.

El video es bastante bueno, pero les dejo un pequeño resumen de estos cuatro mundos posibles, hecho porAlbert Cañigueral (les recomiendo seguirlo) de ouishare.

Capitalismo Netárquico

El Capitalismo Netárquico presenta una combinación del control centralizado de la infraestructura con una orientación hacia la acumulación de capital. El capital netárquico es aquella fracción del capital que permite y facilita la cooperación y las dinámicas P2P, pero a través de plataformas propietarias y con un control centralizado. Aunque los individuos comparten de todo a través de estas plataformas, no tienen ni control, ni poder de decisión, ni copropiedad sobre el diseño y protocolo de las redes/plataformas en cuestión, dado que son propiedad de un tercero. Podemos poner como ejemplo a Facebook o Google. Normalmente, bajo las condiciones del capitalismo netárquico, aunque son los usuarios quienes crean y comparten directamente el valor de uso, el intercambio monetizado queda en manos de los propietarios del capital.

Capitalismo distribuido

El capitalismo distribuido, permite un control distribuido pero sigue enfocada sobre la acumulación de capital. La irrupción de la moneda P2P Bitcoin y las plataformas de crowdfunding, como Kickstarter, son representativas de este modelo. Bajo este modelo, las infraestructuras P2P están diseñadas para permitir la autonomía y participación de agentes múltiples, pero el enfoque principal sigue siendo la generación de ingresos. Cada uno de los ordenadores que participan en Bitcoin tiene la habilidad de producir el capital circulante, lo que provoca que los grandes bancos centralizados pierdan su poder de intermediación. A pesar de ello, sigue siendo un sistema enfocado al comercio e intercambio mediante una moneda diseñada para un sistema apoyado en la escasez y que, por tanto, ha de ser obtenida a través de la competitividad. Aunque podría considerarse como parte de un modelo empresarial posicionado en contra de los monopolios y los intermediarios depredadores, se sigue tratando de un contexto dirigido hacia el ánimo de lucro.

Comunidades de Resiliencia

Las Comunidades de Resiliencia se caracterizan por un control distribuido y enfocado al procomún. Sus objetivos suelen incluir la relocalización y restauración de las comunidades locales. A menudo, se basa en la expectativa de un futuro marcado por grandes carencias en cuanto a energía y recursos o, en el mejor de los casos, mayor escasez de ambos. Como solución, se propone una serie de estrategias “salvavidas”. Iniciativas como el movimiento decrecentista, las Transition Towns o Ecoaldeas, y las redes de iniciativas locales comunitarias, entran dentro de este contexto. En su vertiente más extrema, son estrategias salvavidas dirigidas a la supervivencia de pequeñas comunidades en el contexto de un caos generalizado. Estas comunidades contraponen el afán de lucro con el de fomentar el procomún, enfocándose hacia la generación de valor dentro de la comunidad

Procomún global

El Procomún global se posiciona en contra del enfoque exclusivamente local, para centrarse sobre un procomún global. Los defensores y partícipes de este escenario argumentan que el procomún ha de ser creado y defendido a escala global y transnacional. Aunque se trata de un modelo de producción distribuido y, por tanto, facilitado a nivel local, las micro-fábricas que forman parte del mismo son parte de una red a escala global. El beneficio obtenido a través de esta cooperación mutualizada global repercute tanto en el diseño del producto, como en las mejoras de la maquinaria productiva del procomún. Este último escenario no da por hecho la inevitabilidad de una regresión social generalizada, y apuesta por una abundancia sostenible para toda la humanidad.

Finalmente, será solo la posición política de quienes están insertos en el mundo de las nuevas tecnologías, que han dado vida a la relación entre pares, lo que determine en cual de estos escenarios terminaremos viviendo.