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Filtro burbuja: así funciona el algoritmo que influye en tus búsquedas por Internet

Vamos a plantear una situación hipotética, pero bastante común. Estás conversando con tus amigos sobre una película, pero obvio que se te olvidó cómo se llama o quién era el actor o actriz principal. Lo tienes en la punta de la lengua, pero no, por supuesto que nunca llegará ese recuerdo sin la ayuda del todopoderoso Google. Así que te rindes y buscas lo más cercano a lo que recuerdas, esperando lo mejor. Y justo comenzando a escribir alguna frase, te da la respuesta de lo que tu cabeza trataba de encontrar en los cajones del cerebro, desempolvando cosas que hace años no usas.

¿Nos gusta que siempre Google sepa qué, cuándo, cómo, por qué y a quién queremos buscar? Definitivamente facilita varias cosas, pero por otra parte indica que estamos expuestos, ¿o no? Quizás algunos odian que haya tanta información personal disponible, comenzaron a imaginar algunas situaciones y otros hasta taparon las cámaras de sus laptops. De hecho, Mark Zuckerberg lo hizo, pero muchos creen que es el precio que hay que pagar por usar esta herramienta. Sin embargo, es necesario preguntarnos, ¿hasta qué punto Google nos está ayudando o realmente nos mantiene en una burbuja solo con información relevante para nosotros y nuestras búsquedas pasadas? 

¿Cómo funciona el rastreo de Google?

En las mismas palabras de Mr. Google, ellos filtran información para facilitar nuestras búsquedas: “Usted desea la respuesta, no miles de millones de páginas web, por lo que los sistemas de clasificación de Google catalogan los cientos de miles de millones de páginas web en nuestro índice de búsqueda para brindarle resultados útiles y relevantes en una fracción de segundo”. Sus sistemas de clasificación se componen de una serie de algoritmos que analizan lo que se está buscando y así resuelven qué información entregar. “Y, a medida que evolucionamos la búsqueda para hacerla más útil, hemos refinado nuestros algoritmos para evaluar sus búsquedas y los resultados con mayor detalle para que nuestros servicios funcionen mejor para usted”, explicaron.

Todo funciona en base a uno o varios algoritmos. Pero ¿qué significa esa palabra que básicamente es la “A” en el abecedario de los matemáticos e ingenieros? En programación, son una secuencia de instrucciones que permiten resolver un problema. Es un paso a paso en el que se procesa información, por ejemplo, sobre cómo hacer un omelette, partiendo porque primero se echan los huevos a un bol, se baten, después se ponen en un sartén caliente y así, suma y sigue. Pero lo que es más importante es el orden, no se bate primero y después se echan los huevos, siendo así fundamental en un algoritmo el proceso y el camino que tiene que hacer.

Bajo el filtro súper poderoso de Google

Imaginemos que, sin ningún filtro, nos podrían aparecer hasta páginas en ruso al realizar una búsqueda. En cierto punto, los algoritmos de Google nos ayudan muchísimo, pero también nos alejan en parte de una diversidad real. Si bien la personalización de las noticias puede ayudar a manejar la sobrecarga de información con respuestas únicas, también amenazaría con incitar las “burbujas de filtro”.

El filtro burbuja es un término acuñado por Eli Pariser, ciberactivista y autor del libro Filter Buble. En esta publicación, plantea que, por medio de la personalización de los sitios de búsqueda, como Google o Facebook, puede hacer que los usuarios tengan un contacto significativamente menor con los puntos de vista contradictorios, lo que hace que el usuario se aísle intelectualmente.

“El peligro de estos filtros es que crees que estás obteniendo una visión representativa del mundo y realmente no, ni tampoco te das cuenta”, dijo Pariser para The Guardian.

El activista considera que Internet se está convirtiendo en una herramienta que podría estar alejándose de su objetivo inicial. “Crecí en una zona rural de Maine, y entonces, para mí Internet era algo muy distinto. Era una conexión con el mundo, era algo que nos conectaba a todos, y estaba seguro de que iba a ser genial para la democracia y para nuestra sociedad. Pero ha cambiado la manera en la que circula la información en la red y este cambio es imperceptible. Si no prestamos atención, podría ser un problema real”, dijo Eli Pariser en su Ted Talk.

¿Qué dice Google sobre esto?

Google es el sitio de búsqueda más usado en todo el mundo. Más del 92% de las búsquedas hechas en el último año fueron en este buscador. Pero sus algoritmos son un secreto muy bien guardado, como explicaron en The New York Times, principalmente porque su sistema favorece la actualidad y la actividad. Por esta razón, a menudo son vulnerables a ser manipulados en favor de la desinformación y el rumor en desmedro de los principales eventos noticiosos.

Además, la forma exacta en que los resultados de cierta búsqueda difieren de los de cualquier otra persona, es un misterio. Ni siquiera los científicos informáticos que desarrollaron el algoritmo, pueden realizar la acción inversa con precisión. Esto se explica porque con estas fórmulas matemáticas, se puede lograr el mismo resultado a través de numerosos caminos, y porque los factores de clasificación, que deciden qué resultados aparecen primero, cambian constantemente, al igual que los algoritmos mismos.

Ahora recibimos nuestras noticias rápidamente, adaptadas a nuestros intereses y, para bien o para mal, no sabemos qué tan personalizado es el proceso. Pero esto deja una pregunta difícil de responder: ¿preferimos rodearnos de las mismas ideas en las que creemos o vivir en un mundo diverso donde tengamos la opción de escuchar distintas opiniones y visiones? La primera opción probablemente sería “eficiente” en cierto sentido, pero ¿dónde está el progreso? ¿En una burbuja eficiente o en un remolino de diversidad?

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