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Si quieres mantener tu privacidad médica, cuidado con lo que publicas

Investigadores lograron deducir correctamente las enfermedades de algunas personas mediante un análisis de sus publicaciones en Facebook, según un nuevo estudio. Las personas en el estudio accedieron a ser estudiadas, y los resultados son privados. No obstante, que esto sirva como advertencia: es posible que estés compartiendo con el mundo mucho más de lo que piensas.

En el estudio, investigadores le preguntaron a personas en una clínica — la mayoría de los participantes fueron mujeres afroamericanas — si podían analizar sus publicaciones en las redes sociales y compararlas con sus expedientes médicos. Luego generaron un algoritmo para analizar las palabras que usaban los usuarios en sus publicaciones. El algoritmo determinaba qué palabras y combinaciones de palabras tenían una mayor posibilidad de estar asociadas con ciertas enfermedades.

Los investigadores empezaron por realizar pruebas con una parte de los datos recogidos. A continuación, utilizaron el algoritmo con el resto de los datos para intentar averiguar qué enfermedades padecían las personas que publicaban en Facebook.

Para algunos trastornos, como la depresión, los datos de Facebook no proporcionaron la información necesaria para que el algoritmo adivinara el diagnóstico. Según los investigadores, en estos casos analizar las publicaciones aportaba el mismo valor que analizar factores como edad, sexo o identidad étnica. No obstante, para otros casos como la diabetes, la ansiedad o la psicosis, los datos de Facebook fueron suficientes para llegar a la conclusión correcta.

Hasta la fecha, el estudio es puramente académico. Facebook no está accediendo a tu expediente médico o analizando tus síntomas, todavía. (La empresa no participó en el estudio, pero uno de los investigadores tiene una asociación con Microsoft). Sin embargo, el estudio sirve como un recordatorio espeluznante de que compartimos más sobre nosotros mismos de lo que pensamos.

Las palabras reveladoras en las publicaciones no siempre eran obvias. “Palabras expresando hostilidad (p. ej., ‘tonto’, ‘mierda’, ‘estupidez’ o ‘hijas de puta’) fueron la característica principal de personas con problemas de abuso de drogas o psicosis”, escriben los autores.

Por otro lado, “las palabras más asociadas con la depresión estaban relacionadas con la somatización (p. ej., ‘me duele el estómago’ o ‘me duele la cabeza’) y la angustia emocional (p. ej., ‘dolor’, ‘llorando’, ‘lágrimas’).

Con este tipo de algoritmo, como con cualquier algoritmo, es posible llegar a conclusiones que no tienen buena explicación. Algunas de las palabras asociadas a los clientes que tenían diabetes estaban relacionadas con la religión, como “dios”, “familia” y “rezar”. Quizá las personas con diabetes empiezan a pensar mucho en dios, o quizá es una simple coincidencia debido a la edad del usuario y otros factores demográficos. El estudio era pequeño — solo 999 personas tenían suficientes publicaciones en Facebook para poder analizarlas — así que es muy posible que si el estudio fuera replicado a nivel mundial daría diferentes resultados.

La sociedad está más atenta que nunca sobre la información que comparte en Internet, y este estudio es otra llamada de atención de que podríamos estar compartiendo más de lo que pensamos. En el futuro, este tipo de análisis se podría utilizar para ayudar a las personas. Quizá un algoritmo así podría, con tu consentimiento, informarte a ti o tu familia si tienes un trastorno médico que deberías vigilar.

No obstante, por ahora, es un recordatorio de pensar dos veces sobre lo que escribes y publicas para el mundo, especialmente si no quieres que tus redes sociales revelen mucha información sobre tu vida privada.

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