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Qué son el malware polimórfico y metamórfico y por qué son tan peligrosos

Qué es el malware polimórfico

Cuando hablamos de malware polimórfico nos referimos a aquel que tiene un “núcleo” que siempre actúa de la misma manera. No importa cuántas veces cambie. Siempre realiza las mismas acciones y siempre ataca de la misma manera. Eso sí, sigue modificando el resto de su código para mantener sus objetivos actualizados.

El malware polimórfico puede ser un poco más fácil de identificar que en el caso de los metamórficos, de los que hablaremos ahora. Esto es así ya que el núcleo puede ser detectado para identificar el malware.

Este tipo de amenazas puede llegar a afectar un sistema y, una vez ha logrado su objetivo, ese equipo generaría una nueva variedad de malware. Incluso podrían cambiar el nombre si se trata de un e-mail que se envía automáticamente. Sin embargo el núcleo continúa siendo el mismo.

Qué es el malware metamórfico

Por su parte, el malware metamórfico es mucho más peligroso. Mientras que el polimorfo tiene un núcleo que puede detectarse, el malware metamórfico intenta reorganizar todo su código con cada iteración. Esto significa que funciona de manera similar, pero en cada acto agrega elementos al código distintos. También diferentes funciones reorganizadas para que se vea distinto y sea mucho más difícil detectarlo.

No hay nada más peligroso que un tipo de malware que es complicado de detectar. Si no somos capaces de saber qué tipo de amenazas tenemos, difícilmente podremos eliminarla y poner a salvo nuestro sistema.

Según los expertos, este tipo de malware está cada vez más presente en la inteligencia artificial. Esto significa que puede llegar a muchos más dispositivos y convertirse en un problema realmente serio para nuestro día a día. Es por ello que resulta más peligroso.

Como podemos imaginar, las empresas de seguridad informática ponen todo su empeño en encontrar la forma de hacer frente al malware metamórfico. Nuevos productos que puedan ayudar a combatir este tipo de problemas.

Lugares donde se esconde el malware

Cómo podemos protegernos de este tipo de amenazas

Como hemos mencionado, se trata de una variedad más peligrosa por el hecho de que es difícil detectar. Es por ello que más que nunca es vital el sentido común. Saber anticiparse a posibles problemas que comprometan la seguridad. No descargar archivos de sitios no oficiales o que inspiren poca confianza, evitar abrir correos basura que puedan contener malware, etc.

Del mismo modo es importante mantener nuestros sistemas actualizados. En ocasiones surgen vulnerabilidades que son explotadas por los ciberdelincuentes. Los propios fabricantes lanzan parches de seguridad para evitar esto.

Por último, tener siempre un buen antivirus y otros programas y herramientas de seguridad también ayuda a prevenir amenazas.

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